En ¡A todo Tren ! (Isle of Trains en su versión original), los jugadores adoptan el rol de operadores de una locomotora. El objetivo del juego es ir configurando trenes para lograr la combinación correcta de los vagones de carga y completar así los contratos de entrega antes de que lo hagan los rivales.

La peculiaridad y el punto fuerte de este juego radica en las propias cartas, que se pueden utilizar de múltiples maneras. Esto abre una gran abanico de opciones y permite a los jugadores crear sus propias tácticas y estrategias a medida que avanza la partida.

Cada carta puede usarse como vagones de ferrocarrill o como edificios (para dar soporte a la propia línea ferroviaria). También se pueden utilizar como monedas para pagar la construcción de los nuevos vagones y edificios; y además como carga para distribuir entre los vagones disponibles.

La interacción entre los jugadores es uno de los pilares del juego. Los jugadores pueden distribuir la carga entre los vagones de sus oponentes. AL hacerlo reciben un beneficio inmediato o una acción, pero a la vez le están dando a su oponente un importante beneficio, también en forma de puntos.