El verano português está repleto de jubilosos festivales al aire libre, llamados “arraial”. Cada barrio, incluso a veces cada calle, organiza su propio arraial, donde amigos y vecinos se unen para disfrutar de la música, la comida y la bebida. En Arraial los jugadores organizan sus propios festivales. Quién atraiga la mayor cantidad de visitantes ganará el juego.