¡Éste es el Munchkin más absurdo y enfermizo! Sois zombis, abriendo puertas en busca de cerebros que comer. Los “monstruos” a los que atacas son personas, algunas inofensivas y otras peligrosas, además de algunos zombis solitarios para dar color. Como armadura sirve cualquier cosa con la que hayas tropezado en tu deambular en busca de cerebros. Así que ponte las trampas para ratones en los pies, el trofeo de los bolos sobre tu putrefacta cabeza, y sube de Nivel… o muere. Otra vez.