Las Fracturas cambiaron nuestro mundo. Los pueblos sucumbían al impacto de la Fractoenergía, que emergió y se extendió por la superficie. Lo que una vez pareció inerte, empezó a despertar y alzarse. Las llamas escapaban de las hogueras y las olas salían de los cauces. Incluso el sol y la luna dejaron su huella en la tierra.